Foto: Excelsior
Julio Olvera
México y Uruguay disputarán el próximo domingo en el “monumental” Estadio Azteca, de la capital mexicana, la final de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA, tras vencer a las poderosas selecciones de Alemania y de Brasil, de manera respectiva.
Mientras los anfitriones se impusieron tres goles a dos a los alemanes en un partido “épico”, de grandes emociones, jugado en la ciudad de Torreón, en el norteño estado de Coahuila, la escuadra uruguaya goleó 3-0 a Brasil, en el estadio “Corregidora” de Querétaro, capital del central estado del mismo nombre.
Luego de seis juegos, México llega invicto a la final, con triunfos consecutivos sobre Corea (3-1), Congo (2-1), Holanda (3-2), Panamá (2-0), Francia (2-1) y Alemania (3-2).
A su vez, Uruguay fue, con seis puntos, segundo lugar en el Grupo C, detrás de Inglaterra, que sumó siete y que, en cuartos de final, fue eliminado por Alemania.
El recorrido de los suramericanos, salvo la derrota ante Inglaterra (0-2) en la fase de grupos, incluyó triunfos ante Canadá (3-0), Ruanda (1-0), Congo (2-1), Uzbekistán (2-0) y Brasil 3-0.
Ya en su anterior partido ante Francia, México había hecho historia porque, por primera vez, una selección nacional mexicana sumó cinco victorias consecutivas en un evento mundialista de cualquier categoría.
Ahora, por primera vez también, una selección mexicana jugará una final de Copa del Mundo en el “coloso de Santa Úrsula”, como se le conoce al Estadio Azteca, con capacidad para más de 100 mil espectadores y que ha sido escenario de dos grandes finales mundialistas, en México 1970 y México 1986.
El encuentro se jugará el domingo a las 18:00 horas locales (23:00 GMT).
Acciones de México ante Alemania
En el partido de este jueves, México se fue arriba en el marcador, al minuto tres, por conducto de Julio Gómez, pero siete minutos después vino el empate por medio de Yesil.
Fue hasta el minuto 60 que Alemania anotó el 2-1 a través del capitán Can, que se coló por el centro para eludir a varios rivales y tocar apenas con la punta de su pie derecho el balón, que entró pegado al poste izquierdo de la portería defendida por Sánchez.
Espericueta, al minuto 76, anotó la igualada a dos tantos, desde tiro de esquina. Fue “gol olímpico”, en una jugada en la que Julio Gómez salió con una cortada en la cabeza producto de un duro choque con un rival, en la línea de meta, en su intento por rematar el esférico.
El mismo Gómez, quien regresó al terreno con la cabeza completamente envuelta con vendas, se convirtió en el héroe luego de anotar el 3-2, en el minuto 90 del partido.
Con un lance de “chilena”, de espaldas al marco, mandó la pelota al poste para que rebotara y se metiera a la portería, ante la incredulidad de los alemanes.
Raúl Gutiérrez, técnico de la selección mexicana, atribuyó el pase a la final a sus jugadores, se mostró “muy contento” y agradeció a la afición su apoyo.
“El mérito es de los chavos; siempre dije de éste es un equipo de respuesta, demostró carácter, pues aunque fuera perdiendo nunca dejó de luchar”, señaló.
El “Potro” Gutiérrez subrayó que México, partido tras partido, jugó cada uno como si fuera una final, y sobre el partido del domingo, dijo que Uruguay es un “buen rival”, por lo que será –agregó– un “buen juego".
No hay comentarios:
Publicar un comentario